Hemos hablado largo y tendido acerca de los mejores juegos arcade del catálogo de SNK, cuáles son los más míticos, o cuáles son los imprescindibles... Sin embargo, ¿cuál ha sido aquel que ha podido con nuestra férrea convicción de no jugar demasiadas horas seguidas? ¿con cuál nos hemos visto durante interminables horas pegados al televisor, dejando de lado las tareas del día a día?
En mi caso (los que me conocéis sabéis que mi vena gamer no tiene límites, ponme un ábaco y lo flipo) y digo esto en relación a mi última gran megaviciada que me mantuvo casi ausente de mis quehaceres diarios, que en caso de curro y familia numerosa, son más bien muchos. De hecho mi mujer casi me tira la consola por la ventana, literalmente.
Recuerdo que fue el año pasado, cuando de manera más concienzuda me puse a jugar varios títulos del catálogo Neo Geo Pocket. Si, la Pocket! Jugué a los típicos, Bust-A-Move, Card Clash, KOF, Fatal Fury, Metal Slug... Joder, hasta que, por probar, no se me ocurre otra cosa que conectar el hasta entonces desconocidísimo para mi, Biomotor Unitrón. La ostia, fue el caso de esos juegos que notas que, desde el menú de inicio, tu koko hace un "clic" y te centras en este juego, haciendo lo posible por no realizar otra cosa en tu fucking life hasta que no te lo pases. Y para colmo me había tocado la vena un RPG por turnos bastante largo, unas 20 horas o más le dediqué, partidas dedicadas a explorar cada píxel de los laberínticos mapas, a subir de nivel aunque ya no fuera necesario, a conocer todos los diálogos posibles... Una locura. La viciada la pude concentrar lo que pude para no parecer demasiado enfermo, a lo largo de seis increíbles días.
Lo mejor de todo fue verme con la portátil, todo un seguidor de AES como yo, flipando como nunca con esta obra maestra de Yumekobo. Efectivamente pasé de todo, desde dormir mis horas, en el trabajo aprovechaba cualquier hueco para seguir la partida y grabarla hasta el momento siguiente, en casa los arbustos esos del desierto corrían a sus anchas.... Una retroviciada padre, vamos. Todavía conservo algunas instantáneas hechas directamente con el móvil jajajaja ojalá encuentre otra sorpresa así durante el 2015.



En otro momento pensaré en cuál ha sido la viciada más memorable con mi querida AES. SNK forever!