Teniendo en cuenta lo popular que se hizo el juego de Taito Corp, Bust-A-Move, era de esperar que no tardasen demasiado en lanzar una secuela que mejorase aquella sencilla primera parte, y de este modo mantener el listón tan alto o más que su antecesor. En este sentido el trabajo realizado es impresionante, pues no nos encontraremos con la típica continuación la cual únicamente añada algún detalle extra y poco más. Todo lo contrario. Bust-A-Move Again incluye multitud de novedades las cuales incluso cambian en cierto modo la jugabilidad. Sin ir más lejos, encontraremos dos modos diferentes de juego.

Lo primero que destaca del juego es su intro, una original introducción que intercala imágenes sencillas que simulan gráficos 3D, con momentos in-game del juego, además de una breve presentación de nuestros personajes. Toda una muestra de lo que ha evolucionado el título respecto al anterior.

Los gráficos in-game se han mejorado bastante respecto a la primera parte, sobretodo en lo que concierne a los escenarios. Si en la primera parte únicamente contábamos con backgrounds basados en formas geométricas de diferentes colores, en esta ocasión se ha preferido mostrar localizaciones más acordes con el mundo real, y como ejemplo fijémonos en el primer nivel del juego, el cual nos muestra una playa. Salta a la vista el peso de dichos escenarios en el juego, los cuales dan como resultado una ambientación que poco tiene que ver con la simpleza del primer título. Encontraremos algunas fases mejor diseñadas que otras, eso si, pero a fin de cuentas es algo que en un juego de este género no se le da tanta importancia como podría ser en el caso de uno de lucha, así que se le puede pasar por alto. Algo similar ocurre con el “mapa del mundo” de los caminos alternativos a elegir (explicado más abajo), el cual es demasiado simplón como para estar a la altura del resto del apartado visual, pero pasa desapercibido al tener un cierto toque infantil que encaja en el conjunto del juego.

La música no ha sufrido prácticamente variación en lo que a temática se refiere, y lo mismo podemos decir de los efectos de sonido. A pesar de ser una estrategia más bien conservadora por parte de Taito, la reutilización de una fórmula que ya funciona de antemano hace que los jugadores identifiquen al instante esta segunda parte como una continuación de la primera. Las melodías siguen manteniendo el estilo del Bust-A-Move original, y los efectos prácticamente se mantienen sin apenas variación, de entre los cuales destacan esas voces de niños tan característica, las cuales durante la partida animan al jugador antes y después de cada nivel.

La mecánica del juego, sea cual sea el modo elegido, es semejante a la primera parte. Tras comenzar la partida, una zona de juego rectangular contiene una cierta cantidad de burbujas de colores dispuestas según un patrón predefinido. Al final de la pantalla, el jugador controla una especie de ballesta con la que apunta y dispara burbujas hacia arriba. El color de las burbujas a disparar se genera de forma aleatoria siendo escogido de entre los colores que presentan las burbujas que todavía quedan en pantalla.

Las burbujas disparadas viajan en línea recta, pudiendo rebotar contra los laterales del área, y se detendrán cuando toquen otra burbuja o alcancen la parte superior del área. Si cuando una burbuja toca a otra burbuja se forma un grupo de tres o más burbujas del mismo color, dichas burbujas, así como todas las que cuelguen de ellas, serán eliminadas del campo de juego, al tiempo que se reciben puntos.

A continuación pasamos a explicar en qué consiste cada modo de juego individual, los cuales tendrán una breve secuencia introductoria cómica, ideal para empezar el juego.

El primer modo de juego es el Puzzle Game. En este modo de juego podremos elegir la fase en la que poder empezar (un sencillo camino que se abre en forma de árbol y en donde aparecen los niveles ordenados por orden alfabético) y una vez allí, tendremos que limpiar de burbujas varias rondas, antes de poder pasar al siguiente nivel. Una vez hayamos completado dicho nivel, volveremos a ese mapa que nos permitirá seleccionar uno de dos caminos posibles, y así sucesivamente. Se trata de un modo de juego que escapa de esa temática vista en la primera parte que además nos permitirá rejugar al título innumerables veces, puesto que llegar a conocer todos los backgrounds de todos los caminos posibles, es una tarea cuanto menos ardua. En este caso la dificultad está bastante ajustada en función de nuestros avances, y al igual que pasara en la primera parte, agradará tanto a jugadores sin experiencia como a los más experimentados.

El segundo modo de juego, Player Vs. Computer, cuenta con bastantes secuencias intermedias cómicas. El juego es una partida competitiva contra la máquina, consistente en eliminar todas las burbujas posibles para de esta manera, ir pasándoselas al contrario. Es un juego que entraña más dificultad que el primero, puesto que no es tan tranquilo como el anterior. Aquí el tiempo de reacción cuenta mucho, y tendremos que pensar que la CPU intentará pasarnos a nosotros cuantas más burbujas mejor, luego tendremos que ser rápidos y adelantarnos a ella para que pueda perder cada fase en el menor tiempo posible, y así minimizar riesgos. Muchos jugadores encuentran este modo algo inútil dentro del juego, debido sobretodo a la gran dificultad que acarrea sobrevivir a la máquina. Bien, dicho esto deberíamos pensar en lo positivo que nos puede aportar. En primer lugar, este modo nos permitirá seleccionar una dificultad que se ajuste a nuestra habilidad. En segundo lugar, es en si mismo un “Practice Mode” encubierto, ya que si bien es cierto que las primeras partidas tendrán una duración de apenas unos minutos, poco a poco veremos como nuestras habilidades mejoran y por tanto estaremos preparados no solo para afrontar el reto del primer modo de juego con mayores posibilidades de éxito, sino que además estaremos preparados para ser dignos rivales en partidas a dos jugadores, partidas que dicho sea de paso, también ofrece el juego.

Es en definitiva, un juego con una jugabilidad mejorada, más completa, e igual de adictiva, que asienta las bases de un género arcade con cada vez más seguidores.

El título ofrece una experiencia jugable bastante más completa que la que obtuvo en la primera parte, puesto que se amplían las posibilidades, añadiendo un nuevo modo de juego el cual bien sea para entrenar en solitario, para pasarse el modo historia, o para jugar a dobles, nos mantendrá pegados a la pantalla infinidad de veces, pues su otro modo tiene un componente rejugable inmejorable, gracias sobretodo a la existencia de caminos alternativos.

Que gráficamente tenga algunas pegas, pequeños detalles que se podrían haber mejorado, es algo sin importancia en comparación con el conjunto de aspectos positivos y de hecho, es de los mejores juegos de puzzles que encontraremos en Neo Geo y en otras consolas, a pesar de existir tantos títulos clónicos.

No disponibles.